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El Trabajo Decente, sus componentes e indicadores

  • Lic. David Roa (@davidroapy)
  • 8 nov 2016
  • 3 Min. de lectura

La noción de trabajo decente, fue dada a conocer por vez primera con estas palabras en la Memoria del Director General a la 87° reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, celebrada en 1999, expresa los vastos y variados asuntos relacionados hoy día con el trabajo y los resume en palabras que todo el mundo puede reconocer. Pues bien, ¿qué abarca realmente la idea de trabajo decente?


En la citada memoria del Director General se estudian a fondo cuatro elementos de este concepto: el empleo, la protección social, los derechos de los trabajadores y el diálogo social.


El empleo abarca todas las clases de trabajo y tiene facetas cuantitativas y cualitativas. Así pues, la idea de trabajo decente es válida tanto para los trabajadores de la economía regular como para los trabajadores asalariados de la economía informal, los trabajadores autónomos (independientes) y los que trabajan a domicilio. La idea incluye la existencia de empleos suficientes (posibilidades de trabajar), la remuneración (en metálico y en especie), la seguridad en el trabajo y las condiciones laborales salubres. La seguridad social y la seguridad de ingresos también son elementos esenciales, aun cuando dependan de la capacidad y del nivel de desarrollo de cada sociedad. Los otros dos componentes tienen por objeto reforzar las relaciones sociales de los trabajadores: los derechos fundamentales del trabajo (libertad de sindicación y erradicación de la discriminación laboral, del trabajo forzoso y del trabajo infantil) y el diálogo social, en el que los trabajadores ejercen el derecho a exponer sus opiniones, defender sus intereses y entablar negociaciones con los empleadores y con las autoridades sobre los asuntos relacionados con la actividad laboral.


La OIT define el Trabajo Decente como el trabajo productivo para los hombres y las mujeres en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. Es decir, el Trabajo Decente supone una actividad productiva que aporte un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para los trabajadores y sus familias, que ofrezca mejores perspectivas de desarrollo personal y favorezca la integración social; que dé libertad a las personas para manifestar sus inquietudes, organizarse y participar en las decisiones que inciden en su vida; y que garantice la igualdad de oportunidades y de trato para todos.


El concepto del Trabajo Decente está fuertemente asociado con el Desarrollo Humano a través de la expansión de las libertades reales de las personas o actores colectivos. A continuación te presentamos los componentes e indicadores del trabajo decente:


1. Oportunidad de empleo: medida en que todas las personas dispuestas a trabajar encuentran trabajo. Cantidad y tipo de trabajo. Indicadores: tasa de ocupación; tasa de desempleo; tasa de subempleo; tasa de jóvenes que no estudian ni trabajan; tasa de informalidad; tasa de desempleo juvenil.

2. Ingresos adecuados y trabajo productivo: remuneración justa y vital que garantice el acceso a una vida digna. Indicadores: tasa de asalariados con bajos ingresos; tasa de asalariados con capacitación reciente; remuneraciones media reales por hora.

3. Horas de trabajo: cantidad de tiempo de trabajo o duración de la jornada laboral. Indicador: tasa de trabajadores con jornadas laborales excesivamente largas.

4. Conciliación del trabajo y la vida familiar: se busca la armonía entre el trabajo y la vida familiar. Indicador: tasa de tiempo de trabajo remunerado frente al no remunerado.

5. Trabajo que debería abolirse: trabajos que afectan los derechos fundamentales de las personas, tales como el trabajo infantil y las formas de trabajo forzosos. Indicador: tasa de trabajo infantil.

6. Estabilidad y seguridad del trabajo: grado de permanencia en el trabajo y la vulnerabilidad laboral. Indicadores: tasa de empleo precario; antigüedad en el trabajo.

7. Igualdad de oportunidades: igualdad de oportunidades laborales sin importar orígenes étnicos, sexo, edad y orientación sexual. Indicadores: índice de segregación ocupacional por sexo; brecha de ingresos laborales por sexo; proporción de mujeres en empleo administrativo de rango superior y medio.

8. Entorno de trabajo seguro: seguridad y salud ocupacional. Preservación de la integridad física y mental de todos los trabajadores para mejorar la calidad de vida de las personas. Indicadores: tasa de accidentes profesionales mortales; tasa de accidentes profesionales no mortales; tiempo perdido a causa de accidentes laborales; inspección laboral.

9. Seguridad social: garantía de protección ante los riesgos que puedan presentarse en el curso de la vida de los trabajadores y sus familias. Indicadores: porcentaje de la población que reciben una pensión; porcentaje de la PEA que aporta a un fondo pensional.

10. Diálogo social: todo tipo de negociación, consulta e intercambio entre los representantes gubernamentales, empleadores y trabajadores en temas de interés común. Indicadores: tasa de sindicalización; tasa de afiliación empresarial a organizaciones de empleadores; tasa de cobertura de negociación colectiva.

 
 
 

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