Los hábitos que nos alejan del éxito
- Lic. David Roa (@davidroapy)
- 7 may 2016
- 4 Min. de lectura

Los hábitos son comportamientos que repetimos regularmente y una vez aprendidos requieren poca reflexión para realizarlos. Existen hábitos que podrían ser beneficiosos o dañinos de acuerdo con las metas que nos proponemos. En este artículo te presentamos algunos hábitos que, aunque parecen inocentes, pueden afectar gravemente la posibilidad de alcanzar tus objetivos.
Abusar de las redes sociales
Dedicar mucho tiempo a las redes sociales, ya sea para informarse o para actualizar constantemente el estado, puede reducir drásticamente la productividad laboral. Si tú no eres el Community Manager de la empresa, entonces debes limitar el tiempo que pasas en las redes sociales para evitar distracciones que te puedan llevar a cometer errores y a una mala administración de tu tiempo.
También es importante que tengas en cuenta que estar constantemente en línea y actualizar tu estado en las redes sociales durante el horario laboral habla mucho de tu nivel de profesionalismo, no te dejes engañar por el hecho de que nadie te diga nada, porque los empleadores y profesionales de recursos humanos tienen muy en cuenta este tipo de comportamientos.
Revisar el correo
Si eres de las personas que revisas tu correo electrónico varias veces al día, entonces estás haciendo mal, porque generalmente esto suele ser una buena excusa para no realizar las tareas que de verdad necesitas hacer para cumplir con tus funciones y objetivos trazados.
Es importante revisar tu correo durante el día, pero es recomendable fijar horarios y periodos de tiempo para hacerlo con un máximo de tres veces al día, por ejemplo: a la mañana, al mediodía y a la tarde. También es necesario que elimines suscripciones innecesarias, así evitas correos indeseados y no te distraes por notificaciones superfluas.
Posponer el trabajo
Muchas veces nos resulta fácil y hasta creemos que es conveniente dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Pero las cosas que posponemos suelen ser las mismas que necesitan resolverse con mayor urgencia. Al posponer el trabajo sólo estamos prolongando el mismo y creamos futuras urgencias.
Es importante administrar nuestro tiempo en la jornada laboral para evitar posponer el trabajo. Para evaluar este hábito se recomienda hacer un registro diario de los trabajos postergados y analizarlo semanalmente, esto nos dará un diagnóstico de nuestra realidad y nos permitirá saber cuánto necesitamos mejorar.
Multitareas
La calidad laboral y las multitareas no van de la mano. Erróneamente muchas personas consideran que realizar muchas tareas a la vez hace que un trabajador sea eficiente. Si bien es importante ir borrando pendientes de la lista, hay que tener en cuenta que mientras más tareas añades más se verá afectada la calidad.
Es recomendable enfocar tu atención en una sola tarea a la vez para realizarlo de la mejor manera posible y eliminar el hábito de hacer mil cosas al mismo tiempo, recuerda que el que mucho abarca poco aprieta. Y lo más importante, identifica un área para especializarte y siempre debes darle un valor agregado a tu trabajo cuidando los detalles.
Leer cosas irrelevantes
Comparando con décadas pasadas, hoy en día fomentar en las personas el hábito de la lectura ya no es el principal desafío, porque en gran medida las tecnologías de la comunicación han ayudado a que las personas lean más. En la actualidad el principal problema es el contenido de lo que leemos y la fuente de la información. Muchas veces nos dejamos atrapar por un título llamativo o un contenido que despierta nuestro interés, pero no nos preocupamos por averiguar la veracidad de la información.
Es importante que leas libros, artículos y publicaciones que estén relacionados con lo que estás haciendo, de esta manera ampliarás tus conocimientos y la información que adquieras será pertinente y útil para alcanzar tus objetivos.
El tiempo frente al televisor
El televisor está presente en todos los hogares y con la variedad de programas a la que uno puede acceder mediante él, se convierte en un compañero del día a día. Nos ayuda a relajarnos, informarnos y pasar buenos momentos, ya sea solo o con una buena compañía. Pero si no controlamos el tiempo que pasamos frente al televisor, éste puede absorbernos por completo, evitando que realicemos nuestras tareas.
Debemos fijar límites para estar frente al televisor, estableciendo periodos de tiempo o programas específicos para ver. De ésta manera tendremos organizado nuestro tiempo de ocio y de trabajo, evitando el retraso o postergación de nuestras tareas.
Controlarlo todo
La naturaleza de una organización es el trabajo conjunto y coordinado entre las personas que la integran. Pero muchas veces cuando estamos al frente de un equipo de trabajo, una dependencia o una empresa, nuestras ansias de querer que todo salga muy bien nos lleva a cometer ciertas equivocaciones y una de ellas es la querer controlarlo todo, acaparando todas las tareas. No es bueno que esto suceda, porque se pierde mucho tiempo y genera inseguridad en los trabajadores.
Cuando contratas a las personas correctas y confías en ellas, cosas sorprendentes pueden pasar sin que estés supervisando o involucrándote directamente. Si bien es cierto que quizás no realicen las tareas como tú lo harías, es importante que los evalúes por los resultados. De esta manera estarás brindando confianza y seguridad a tu equipo de trabajo para que realicen las tareas como crean conveniente teniendo en cuenta los objetivos trazados y tú estarás ganando valiosas horas que podrás invertirlo en cuestiones estratégicas.
Fuente: www.entrepreneur.com
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