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Cómo prepararse para una entrevista de trabajo

  • Lic. David Roa (@davidroapy)
  • 4 may 2016
  • 2 Min. de lectura

Lo más importante de una entrevista de trabajo no sólo ocurre durante la entrevista, sino también antes y después. Antes, en función de tu habilidad para imaginarla, anticiparte a la situación y prepararte adecuadamente. Después, dependiendo de la impresión y el recuerdo que consigas dejar en el entrevistador.


Estos dos elementos son muy importantes. Si te entrenas a conciencia para el encuentro y causas una buena impresión, tus posibilidades de hacerte con el puesto aumentarán considerablemente. ¿Y cómo se consigue esto?, ensayando mucho, grabándote en vídeo y corrigiendo cada detalle hasta que todo resulte perfecto y que te veas como desearías que te viesen los demás.


El punto de partida siempre es el mismo. Lo primero es preguntarte ¿por qué yo, por qué me van a elegir a mí y no a cualquier otra persona? De esa pregunta surgirán otras muchas, como cuáles son realmente tus fortalezas, si encajas en el perfil que busca la empresa, o qué valor agregado puedes aportar. Es importante formular todas estas preguntas y encontrar una respuesta para cada una. Anótalas y estúdialas, serán tu nueva biografía profesional.


La información es poder, pero a veces nos falla la información sobre nosotros mismos. La primera ventaja en un proceso de selección de personal es tomar consciencia de nuestras cualidades y ser capaz de relacionarlas con el proyecto del que deseas formar parte.

Una empresa contrata siempre al candidato que más le conviene y, sobre todo, al que más le gusta. Tu currículum dirá si le convienes, y si le gustas, dependerá de tu capacidad de persuasión. Debes tener en cuenta estas premisas:


  • Si no tienes claro qué mensaje deseas transmitir durante la entrevista, busca tu objetivo antes de empezar con todo esto. De lo contrario, estarás perdiendo el tiempo, la energía y quizás la autoestima.

  • No improvises, ensáyalo todo antes. Tanto como sea necesario, hasta que tu conducta resulte natural y espontánea.

  • No mientas, pero si lo haces, miéntete tú primero, o el lenguaje corporal te delatará. Sea lo que sea, debes creértelo y sentirlo de verdad para convencer a los demás.


Cuando llegue el momento de enfrentarte a la entrevista de trabajo, tienes que estar plenamente convencido de que eres la mejor opción y tienes que ser capaz de demostrarlo ante quien sea.


Fuente: www.analisisnoverbal.com

 
 
 

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